Tengo sobre la mesa un proyecto que empecé hace mucho tiempo (dos o tres años) y que comenzó en un principio como una simple purga de algo molesto que había en mi vida, un ejercicio dialéctico con el enemigo interior, y terminó convirtiéndose en un desvarío que considero el más lúcido de todos los que he engendrado.
No puedo llamarlo libro porque no lo es. Es un juego literario (soy consciente de que muchos libros lo son, pero no todos los juegos literarios son libros) creado a base de sesiones de narcolepsia y aburrimiento expresamente autoinducidxs para este fin y alcoholismo, mucho alcoholismo. La primera página la escribí en Lesvos, donde cuando no estaba trabajando lo único que ofrecía la isla era vino delicioso y absolutamente nada que hacer. Siento ser tan poco romántica pero mirar el mar o pasear por la playa me aburre sobremanera generalmente. Luego en Tucson, donde la belleza del desierto extasía tanto que finalmente termina aburriendo, salió otra gran parte de su cuerpo.
Ahora está aquí, mitad posado sobre la mesa escrito a mano en letra que a veces sólo consigo entender cuando me sitúo en el mismo nivel etílico de la que lo escribió; mitad en mi disco duro, a salvo (a salvo?). Todos los veranos me pasa igual: otro verano y no está terminado. Es tan difícil aburrirse en esta ciudad... Pero este verano quiero que sea diferente, quiero que la gente anónima o no, comience a jugar con 04:40, quiero compartirlo y siento que ese deseo será lo único que me impulse a terminarlo de una puta vez.
Iba a poner un fragmento para adelantar acontecimientos, pero no tiene sentido alguno, sería tan absurdo como regalar un parchís sin dados o algo así.
viernes, 25 de julio de 2008
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1 comentario:
Ya te vale, das un monton de ganas de leer y despues dices que no vas a poner nada... Eso pasa por levantarte a la 4:40... bs Y.
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