
La violencia física nunca formo parte de mi vida. Papá y mamá jamás me pusieron la mano encima, no fui acosada en la escuela ni golpeada jamás por nadie (tampoco yo me he peleado nunca). Hasta que un día voluntariamente decidí que el dolor era una senda virgen a explorar. No sé si habrá un punto de partida mas "saludable" que desde el que empecé a experimentar con el SM. Para mí, desde luego, me resulto la mejor forma, cuando no hay demasiada memoria celular del dolor y buenamente un día se produce de forma elegida... Para mí no ha resultado ser una terapia o una redención (aunque estas dos cualidades del dolor me impresionan) sino que simplemente el dolor y el placer, en cuanto sensaciones intensas, me corren por un mismo nervio. A pesar de que he descubierto también que no siempre mi cuerpo está dispuesto a padecer, cuando lo está, las fronteras entre lo doloroso y lo placentero se diluyen magistralmente.


Admiro a las personas que parecen haberlo conseguido::::::
))última foto de Muriel Toissant((
2 comentarios:
Bravo shiquilla, te apunto en la lista de súper guays de mi blog. Me gustas. Tú, porque la mierda en primer plano es como bastante desagradable, pero te lo perdono por lo interesante del resto.
Vaya bonito!
de eso se trata miracle, de ser desagradable a la par que funcional y si se puede tambien, artistica
gracias
Lubna
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