


Se lo debo. Tengo que hablar de ello. De aquel grupo de performance gore que tuve en Madrid, ShockValue.
La verdad es que eran unas performances perfectas en su momento. Durante tres años arrastré mi culo junto con Bitch Head (Pablo Raijenstein) por diversos escenarios (algunos de ellos realmente casposos, como una disco cutre en Linares), arrojando tripas de animales y sangre a la gente, simulando fornicaciones, agitando nuestros cuerpos a ritmo de músicas desquiciantes... Fue maravilloso, un magnífico rodaje para lo que soy hoy, una pornoterorista, una sirvergüenza. De hecho, el concepto de pornoterrorismo (aunque no como lo concibo ahora) surgió de uno de nuestros shows, que así se llamaba (lo estrenamos apenas unas semanas después del 11S).
Cuando me pongo a recordarlo me resulta como una pesadilla deliciosa.
(última foto de Antonio Graell)