jueves, 29 de noviembre de 2007
Delicioso manjar
((pinchar en esas dos rayitas de arriba))
No quisiera resultar genitalista, hay muchas cosas que me ponen que ni siquiera rozan la genitalidad o que ni siquiera están en el cuerpo humano. Pero quizás por mi voluntad sumisocomplaciente, mi boca, por instinto, se lanza ahí donde más fácil creo que reside el placer ajeno. Por eso los genitales descomunales o de formas diferentes a las acostumbradas me excitan mucho (curiosamente me excitan de una forma muy mental, bucal).
Ahora no estoy hablando de pornografía ni de representaciones del acto sexual, estoy hablando simplemente de sexo, de acción instintiva sin intenciones exhibicionistas. Y para mí, en este caso, el cuerpo es el templo del placer y los genitales son el altar (mi boca seria algo así como la oración fervorosa).
Maravilloso el trabajo de Del Lagrace Volcano. Estas dos fotos me abren el apetito, como un vulgar y nada cientifico perro de Paulov comienzo a salivar. Me lxs comería a lxs dos sin ningún tipo de reparo.
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