Que nos dejen delirar...

Maravilloso vídeo construido a partir del texto del escritor y poeta Eduardo Galeano. Creo que es su propia voz. Aquí tenéis el texto completo, "Derecho al Delirio".
Esta mañana desperté un poco girada, he tenido unos sueños apocalípticos y cuando he abierto los ojos he sentido como una angustia que parecía no una angustia mía sola sino la jodida angustia de media humanidad. Luego me he conectado y he estado viendo las últimas noticias de lo de Gaza, lo que me ha producido un terrible ardor de estómago. Después he abierto el mail de yahoo y me he encontrado con este vídeo que una amiga me había enviado.
Desde la primera palabra he empezado a llorar. No un llanto desconsolado o de tristeza, sino un llanto que tenía yo atascado en alguna parte de mi corazón desde hace mucho tiempo y que de una manera u otra echaba de menos. Es llorar un poco esta rabia contenida por la imposibilidad de modificar de forma eficaz ni un ápice de toda la mierda que nos rodea, no como sociedad sino como especie.

Llorar y delirar, dos derechos humanos básicos por los que incluso yo, occidentalita blanca y, aunque precaria, con el estómago lleno, he de luchar cada día.

Evidentemente cuando he salido a la calle, aún con lágrimas en los ojos, no ha podido ser más desesperanzador.
Miles de cajas de juguetes, televisores, roscones de reyes, bolsas y bolsas de restos de comida, botellas vacías, y toda la basura navideña en general.
Una muñeca en perfecto estado mirándome desde un bordillo junto a un coche teledirigido destripado. La he cogido, le faltaba la tapita que cubre en su espalda el hueco para las pilas. Me han dado ganas de hacerle un funeral.
Un pino, con su macetita y todo, verde, vivo, jóven, tirado en el suelo sin ni una sola girnalda ni bola (eso sirve para el pinocidio del año que viene)...

"Cabrones, cabrones, cabrones, hijos de puta" he gritado en mitad de la calle. La gente me miraba como lo que debo ser: una loca, una loca en pleno delirio. He pensado: "llenadme, llenadme de toda esta mierda que es el alimento de mi rabia. Algún día explotaré y veréis lo vergonzoso de vuestro horror, que como humana miserable, también es mío".

Maldita sea, de momento, que me dejen llorar y delirar.