martes, 14 de octubre de 2008

Fidel Castro: por primera vez en mis sueños!!

He pasado una noche de mierda y la luna llena no ha ayudado nada, la verdad. Mis angustias existenciales (generalmente premenstruales también) esta vez me han llevado demasiado lejos y he somatizado todos los horrores que imagino que le pasarán a mi cuerpo cuando pase el tiempo, los he somatizado todos y cada uno de ellos.

Así que desde hace dos días no pruebo un cigarro. Y no porque no quiera. Sencillamente no puedo hacerlo, los días anteriores a estos dos, cada vez que me fumaba un cigarro la idea del cáncer de pulmón me incendiaba por dentro hasta causarme la asfixia (una asfixia absolutamente real, como un presagio de esa muerte prematura que anuncian las líneas de mi mano y que creo que ya es tarde para que llegue temprano).

En fin... que estoy que me subo por las paredes. Inexplicablemente cachonda como nunca. Será el exceso de energía o que mis sensores ahumados durante tantos años están empezando a despertar, pero el más mínimo roce me enciende desde la punta de los dedos de los piés hasta mi mismo centro.

Evidentemente no tengo ninguna fe en este proyecto de desintoxicación. SÉ que no soy capaz de semejante traición a mí misma, a mis principios de autodestrucción y malditismo. Adoro fumar. En estos dos días me he dado cuenta de que comer, follar, caminar, bailar, y un largo etcétera, no son lo mismo sin mi humo, mi humito sagrado.
Aún así voy a ver cuánto soy capaz de aguantar. La verdad es que no me encuentro bien, sea somatizado o no, y siento que algo raro está pasando en mi cuerpo (no es un pedo atascado, esa fue mi primera hipótesis; y tampoco una posesión infernal o un mal de ojo, estoy protegida).

Hoy he soñado con Fidel Castro. Nunca antes había soñado con él. En el sueño estaba joven y recio, subido en una especie de jeep acuático con alas (una patera sideral, esto si es recurrente en mis sueños). Llevaba en su boca un gran Cohiba que dejaba escurrir un hilo de seda blanca encaminado directo a mi nariz. Entonces me he lanzado a su bragueta. Ahí terminó el sueño, por suerte, creo que mi subconsciente sería capaz de cualquier cosa por una caladita.

6 comentarios:

ITU dijo...

Gure Diana,
a mi tb me pasó durante una pequeña crisis de ansiedad que no podía fumar..lo dejé sin yo quererlo, exactamente igual que tú.

sobre todo me preocupaban los porros..porque yo quería fumar claro!!

y bueno lo recuperé poco a poco y volví a fumar tabaco, porros... (después voluntariamente deje el tabaco jeje, ironías de la vida)

un muxu bien grande

Anónimo dijo...

Hay un libro que es buenísimo de lo irónico que es. "Cuando fumar era un placer" de Cristina Peri Rossi.
Te lo recomiendo, seguro que te inspira.
Un beso guapa y ánimo

Katalli dijo...

Yo no pienso dejar de fumar.
Me rio de la gente que le gustaría dejarlo, porque si...

quieres dejarlo --->lo dejas.
Yo no quiero ---> no dejo.

No te preocupes por la luna, hoy estará menos llena y pasado menos; yo también lo estoy deseando.

Lubna Horizontal dijo...

No os preocupéis, como no quiero dejarlo, sino que son exigencias de mi anatomía (y como bien dice Katalintxo, hoy la luna está mejor), ahora mismo me estoy fumando el ansiado cigarrito. A ver qué tal me sienta, insistiré hasta la muerte, lo que sea con tal de no volver a soñar con Fidel Castro.

Abrazos de humo delicioso
Diana

PD: Dimecris, está en la antología poética de Lumen o no es poesía?

natalia manzano dijo...

fumar no me produce placer
prefiero un vinazo de vez en cuando
me río de la gente que disfruta fumando porque echa peste y es caro de cojones

Anónimo dijo...

es de lumen pero no antología poética. No es poesía
Por cierto tengo otro libro aquí de candidiasis (no precisamente vaginal sino de la tuya)Te lo dejo si quieres.
Muaca